martes, 27 de julio de 2010

Los Cronocrímenes

El cine español nos sorprende con esta película realizada en el año 2007, la cual esta llena de sorpresas.


Todo inicia cuando un hombre descubre a través de sus binoculares a una preciosa joven desnuda, por lo que intenta encontrarla en la profundidad del bosque. De repente, un individuo armado con unas tijeras y la cara vendada le ataca por la espalda. Consigue huir y alcanza un complejo científico en mitad del bosque. A partir de ese momento el misterio se empieza a crea y a resolver... y todo se complica de veras.


Esta premisa es la que desemboca en una trama que aunque aparentemente sencilla, nos lleva a una tremenda complejidad con una soltura muy agradable. Es normal el tratar de buscar lagunas narrativas en un guión puramente artesanal. Y realmente será difícil encontrarlas. El argumento tiene un gran trabajo detrás, pues todo esta perfectamente explicado y cronometrado, por lo que la película se centra en un tremendo rompecabezas donde las acciones imprevisibles son latentes y las piezas van encajando con jovialidad y frescura.

Cinematográficamente, ¿Cómo podemos reconoce a un genio…?

En una época tan critica del cine, donde todo se resuelve mediante grandes efectos especiales, los cuales tienen la única finalidad de “distraer” la atención del espectador, de una pésima trama; con presupuestos exagerados, millones de bits de computadora, pantallas verdes, algunos escenarios y efectos especiales… hasta el director más mediocre es capaz de hacer una buena película; pero la autentica genialidad se ve, cuando se aprovechan los pocos recursos económicos de los que dispone.


Es así como Nacho Vigalondo, con sólo cuatro personajes y dos casas, es capaz de hacer una obra de arte; una película de ciencia ficción y misterio en la que no veremos ningún derroche ni de efectos especiales ni de medios técnicos; lo único que se derrocha, y a manos llenas, es imaginación.

Por supuesto que la clave de “Los cronocrímenes” es su guión, en el que una máquina del tiempo está al servicio de la trama y no al revés. El resultado es una historia muy bien construida en la que, cosa rara en una película de ciencia ficción, no veremos ninguna incoherencia ni error de concepto. Es al final de la película, cuando habremos entendido perfectamente todo lo que ha pasado, sin dejar nada pendiente no eventos dejados al olvido.

El punto más débil, aunque a la vez es lo que la dota de un regusto entrañable, es el amateurismo que se respira a lo largo de toda la película, con una dirección de actores algo titubeante y algunos momentos interpretativos ciertamente dudosos.


Uno de los motivos principales, que incitan a hacer este post, es el hecho de que la puedan apreciar en todo su esplendor, con carencias de producción y lo que sea, antes de que los “gringos” la destrocen con sus efectos, equipos científicos y guiones confusos. (cuenta el rumor que Tom Cruise ha comprado los derechos)

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