Plástico, apariencias, superficialidad, sexo, drogas y violencia, vivimos en un mundo guiado por la influencia de los medios de comunicación, los niños son criados por las tele-niñeras, indefensos ante los mensajes que los medios de comunicación nos ofrecen, los padres deben hacer las veces de filtro sino desean que sus hijos corran el peligro de formar una personalidad basada en todos estos mensajes, algo nada conveniente.
La televisión que alguna vez fue vista como un entretenimiento positivo ahora es más como un veneno para la sociedad, no todo lo que se transmite en ella es nocivo, pero si mucho de su contenido: programas noticiosos que transmiten las noticias más violentas, series televisivas cuyos personajes viven en los excesos de toda naturaleza, anuncios comerciales enfatizando la sexualidad e incitando a los televidentes a comprar para satisfacer necesidades que van más allá de lo que un producto puede ofrecer.
Alrededor de la televisión se ha creado un mundo de fantasía, que nos ha deformado, es casi como una realidad alterna que se ha incrustado en nuestro cerebro, nos define a veces sin darnos cuenta, es un medio poderoso de manipulación del cual se han aprovecho las personas con poder, tanto social como político y económico y la mayoría de la población se vuelve víctima de estos mensajes.
La cuna de la desinformación, cuantas veces va uno caminando por la vida, pensando en que la solución a un problema es tan fácil, porque “así sale en la tele”, pondré como ejemplo un caso un poco risible, de las llamadas telenovelas rosas, tan características de la televisión mexicana, pero que también se producen en otros países: el trámite de un testamento, cuando el ser querido y a veces odiado muere (o es asesinado, jajá…risa sarcástica del antagonista), ese mismo día, con toda la familia presente, se procede a leer la última voluntad del difunto, una persona se digna a abrir un sobre, que muchas veces ha sido maliciosamente falsificado, comienza la lectura y a cada quien se le reparte su parte, y empieza el drama e inmediatamente se toma posesión de las propiedades, dinero, etcétera. Estas escenas siempre provocan una risa exaltada en mi persona, pues en la vida real, y forma parte de mi experiencia de vida, el asunto de las herencias no es otra cosa más que complicaciones, es una sarta de procesos legales, sistematizado en extremo, que tardan un tiempo impresionante, todo debe ser llevado con formalidad, y si es bien llevado, puede llevar nueve años, cuando todos los herederos están de acuerdo, si no, mejor no hacer las cuentas.
Tal vez para el lector que no es asiduo a la television abierta este ejemplo suene ridículo, y jamás pensarían en las telenovelas como una fuente de realidad, pero, hay personas quienes si lo hacen, y esto me parece muy peligroso, creo que debemos de obtener información de otros medios, como libros o experiencias personales, o experiencias de otros, pero que sean confiables.
Y como este ejemplo hay muchos, y así se va formando la realidad de la que hablo, si no pones en tela de duda todo aquello que ves en la televisión, puede que algún día te golpees contra la realidad, y a veces puede ser muy doloroso.
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