jueves, 27 de febrero de 2014

Angel Beats

¿Qué pasaría si al final de tu vida tuvieras la posibilidad de ser Dios de tu propio mundo?, esto sin duda es una de las interrogantes que me dejó la animación de Angel Beats, o bien en español, “Golpes al corazón”.



Para ponerlos un poco al contexto de esta serie; todo inicia con la muerte de sus personajes, estos se encuentran en lo que podría ser mejor conocido en la teología católica como: el limbo, esa supuesta plataforma en la que se encontrarían las almas que aun no alcanzan el descanso eterno.

Lo curioso de esta serie es que todos sus personajes son adolescentes de entre los 15 y 18 años, sin importar la edad en la que hayan muerto, pero no es eso lo que sin duda tienen en común, si no el terrible pasado que comparten; y en especial la principal que más adelante explicare con detalle. A terrible pasado me refiero a la vida miserable que llevaron, algunos cuyas familias disfuncionales los llevaron a la drogadicción, una que paso toda su vida postrada en una cama y solo podía soñar en las cosas que haría si no estuviera en este estado, y otros cuya vida se arruino al ser reprimidos por la sociedad y llevados así al suicidio.

Al comienzo de la historia llega uno de los personajes principales, Otonashi, este sin saber donde se encuentra le pregunta a una chica con un arma de fuego en la mano el lugar donde están, pero esta lo obliga a esconderse del llamado “Ángel”. A lo que él responde que solo se trata de una joven cualquiera; en su intento de convencerla se acerca a la joven y muere (como si fuera posible matar a un muerto) al clavarle ella una espada.

Otonashi despierta de su inconsciencia en la enfermería de una escuela preparatoria cualquiera, y se encuentra con la chica del arma, mejor conocida por todos como Yurippe. Ella le explica que en realidad el ya está muerto y se encuentra en el limbo que tiene la forma de una escuela a la cual se piensa que Dios los está obligando a ir para disfrutar de una vida de joven feliz en recompensa de su ya pasada triste vida; y que además la joven a la que llaman Angel, es su aliada que se encarga de que vayan por la fuerza.


Todos como ya he dicho antes, tienen un oscuro pasado, lo que los obliga a estar en contra de Dios y buscar la manera de encontrarlo para recriminarlo del porque si en realidad existe los abandono. Es por eso que el grupo de jóvenes dirigido por Yurippe, siempre tratan de ir en contra de la escuela, causando todo tipo de alborotos en esta, lo extraño es que la escuela cuenta como en un juego, de NPC’s (non player character), que ayudan a recrear mejor un ambiente escolar normal, más sin embargo carecen de sentimientos y entablar conversación con alguno solamente sería inútil en busca de cualquier respuesta acerca de la situación actual.

Todos los que llegan a ese lugar pierden la memoria, pero si ignoran a lo que podría llamarse juego, empiezan a recobrarla con el tiempo; por esta razón es que Yurippe se encarga de reclutar a los recién llegados, en este caso Otonashi. Al paso de la serie, el vuelve a recuperar sus recuerdos y se da cuenta de que si tuvo una vida muy dura al morirse su única hermana y no saber qué hacer después de su muerte, y peor aún, morir en el camino de querer ser un doctor algo que por fin le daría sentido a su vida. Pero se da cuenta (desde el punto de vista del personaje) de que a veces la vida te pone obstáculos pero que a su vez hay que saberlos afrontar y seguir adelante sin importar el hecho de que alguien aparte de ti mismo te apoye.

Es por esa razón que se pone de lado de Dios y se empieza a dedicar a que sus actuales compañeros encuentren la paz en ellos mismos, con la única manera de tratar de cumplir sus deseos alcanzables, por supuesto, para así lograr que pasen al otro lado. 


Poco a poco lo va logrando, pero al final las cosas se tornan difíciles al darse cuenta de que alguien empieza a controlar a los NPC y estos se tornan extraños y empiezan a atacarlos sin razón alguna para que sigan su mismo patrón. Esto sin duda, los deja más perplejos al saber que ese mundo como en cualquier juego se puede controlar por medio de un programa, a lo cual van en busca de quien lo controla, en este caso, sería Yurippe la que sin duda asegura de que se trata del mismo Dios.

Como ya antes he mencionado sin duda la vida de Yurippe es la que más marca la serie, ella era la mayor de tres hermanos. Una noche se queda encargada de ellos a lo que unos ladrones se percatan de la ausencia de sus padres por lo cual entran a robar; los ladrones obligan a Yurippe que apenas era una niña pequeña a buscar cosas de valor para ellos, advirtiéndole de que cada 10 minutos si no traía consigo algún objeto matarían uno por uno a sus hermanos. Como entenderán ella no consigue más que cosas sin sentido y es la única que sobrevive culpándose por sus muertes.

Al final ella carga con su arma de fuego y motivada en su búsqueda por encontrar a Dios, se encuentra en un cuarto con una pila de computadoras y a lo que parece ser otro NPC que le dice que es un personaje creado por un joven que murió ya hace tiempo, pero que le dejo a su cargo el poder de controlar el mundo en que el que están actualmente, este se activó al ver que florecía el amor, un sentimiento que al poseerlo significaría que el lugar donde están se convertiría en el paraíso para la persona que lo posea y no en el limbo para llegar a este.


El que creó el programa una vez fue alguien que murió y encontró el amor en ese mundo, pero que lamentablemente lo perdió al encontrar su amor la paz eterna, dejándolo solo ahí. Para evitar que ese error se cometiera de nuevo encontró la forma de programar el mundo y por lo consecuente se convirtió a sí mismo en un NPC, y dejó a alguien con ese cargo. 

El joven al que programaron le pregunta a Yurippe que si ya conociendo el secreto sería capaz de programar el mundo para que este fuera el paraíso eterno a lo que ella se cuestiona con felicidad de que si ahora puede ser dios del mundo. En este momento el personaje se encuentra en una disyuntiva interna entre ser lo que más odia o convertir en realidad sus sueños. Creo a mi parecer que al estar tan cerca de ser capaces de lograr un mundo perfecto o al menos uno que se rija en base a nuestra voluntad queda el hecho de lo que se ha venido viviendo y lo satisfechos que estemos con lo que tengamos.

En el caso de Yurippe, se da cuenta de todos los buenos momentos que ha tenido con sus compañeros en ese mundo y de cómo ser la líder de un grupo anti Dios la hizo encariñarse en el sentido de que debía proteger a todos de este; pero si se iba al cielo sentía que olvidaría la razón principal por la cual ella había estado luchando contra todo, es decir, el rencor contra Dios por arrebatarle la vida tan injustificadamente. 


Pero como todo supuesto final de cuento de hadas, ella se da cuenta de que sus hermanos le agradecen el haberlos recordado todo este tiempo y es momento de descansar en paz junto con su equipo. En este texto me enfoco a lo que viene siendo la perspectiva de Yurippe, puesto que el final para el otro personaje es distinto, ya que el no sufrió en nada con su vida pasada y siente la necesidad de quedarse para siempre en ese mundo para ayudar a pasar al otro lado a los que lleguen, aunque a mi parecer es la manera en la que el autor puede alargar la historia.

Como ven, en la historia no se explica si existe o no Dios; si el programa en el que están es en realidad el limbo y si es que al tener paz en su interior de verdad van al cielo, en todo caso existe la interrogante de que en su lugar ¿Qué harían?, estarían dispuestos a tomar el lugar de Dios y crear un mundo totalmente nuevo o dejarían tal poder por ser parte del juego del que no saben quien en realidad lo está controlando; en mi opinión personal creo que tal poder no lo sabría aprovechar así que me quedo con la culminación de Yurippe a ir en contra de ser Dios aunque eso implique ser un peón más. Por lo tanto, puesto en otras palabras ¿Serían el juego o el jugador?

Aporte de: Stephanie

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