Se podría definir como cálido el ambiente percibido en cada una de las salas de esta exposición, tal vez esto se deba a que se encuentra ubicado en un lugar tan maravilloso como lo es el Antiguo Colegio de San Ildefonso, las salas podrán ser de todos los tamaños, chicas, medianas y grandes, pero todas muestran el amor de José Clemente Orozco hacia el arte.
La exposición inicia en una sala de tres compartimentos en los que se pueden apreciar retratos de personas importantes a lo largo de su carrera empezando por su madre, es importante mencionar que la mayoría de los rostros pintados muestran dureza y un carácter fuerte.
La segunda parte de la primera sala es una cronología de la vida de Orozco junto con una serie de fotografías de él mismo. La tercera y última parte de esta sala muestran una serie de caricaturas dibujadas en los periódicos, las cuales describen perfectamente la realidad social que se vivía en aquella época, además de unos dibujos en colores tenues de algunas prostitutas y cabarets, tema muy recurrido a lo largo de la exposición.
Las siguientes salas abarcan el segundo y tercer piso, en ellas se pueden ver varios de los estudios previos de sus murales, todos hechos a lápiz o con carboncillo, es notable y admirable la delicadeza de su trabajo, en varios de ellos se pueden observar las operaciones matemáticas que hizo para lograr el mural, delante de estos estudios previos se encuentran pequeñas fotografías de los murales que realizo a lo largo de su vida en diferentes lugares incluidos los de San Ildefonso ubicados en el tercer piso.
Siempre es gratificante visitar este museo, ya que cada vez que voy aprendo algo nuevo y considero que las exposiciones que se montan son de alta calidad, sin dejar de mencionar el maravilloso espacio que es este lugar.
Esta exposición fue clausurada el 27 de febrero del presente año.
Aporte de: Iss88
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